
Aguascalientes se rinde al capote de Ortega y la entrega de Juan Pablo Sánchez.
Plaza Monumental de Aguascalientes.
Toros de Villa Carmela. Corrida del 449 aniversario de la ciudad, muy buena entrada, más de media plaza. Juan Pablo Sánchez (lila y oro) silencio y dos orejas. Juan Ortega (purísima y oro): ovación y ovación. Arturo Gilio (azul marino y oro): silencio y silencio.
Aguascalientes celebraba su 449 aniversario con una corrida de toros de Villa Carmela. Una tarde desapacible que congregó una gran afluencia de público. La corrida estuvo marcada por el viento, destacó todo lo que hizo Ortega a su lote hasta que se pararon.
Verónicas de salida, quites, remates, salidas de la cara y algunos muletazos que consiguieron calentar al público hidrocálido. El toreo ejecutado de esa manera obliga a estar pendiente durante toda la actuación, en cualquier momento salta la chispa. El sevillano va camino de ser el próximo consentido en México, el público lo espera con muchas ganas, merecido después de sus grandes actuaciones el año pasado. Su lote se paró.
El primero duró un poco más, dejando a Ortega expresar lo que siente con el capote y en un inicio genuflexo muy jaleado, ahí se acabó. El segundo no pasó del embroque. Imposible sacar más partido por parte de Juan Ortega. Dos ovaciones cerraron su tarde.
Juan Pablo Sánchez salió a hombros con el cuarto toro de la tarde, el mejor de un encierro de Villa Carmela al que le faltó empuje. La entrega de Sánchez consiguió que el público entrara. La faena con emoción y velocidad fue rematada con un espadazo. Dos orejas.
En su primer turno tampoco quiso dejarse nada, fue volteado sin consecuencias. El aire no dejó a los toreros estar agusto. Se atrancó con la espada. Silencio. Arturo Gilio volvía a Aguascalientes después de su triunfo y no tuvo la tarde que esperaba. Toro noble pero sin entrega. La entrega que sí tuvo el torero, que comenzó sus trasteos de rodillas. No hubo conexión con el tendido. Media y estocada acabaron con el tercer capítulo de la tarde.
Cerró la tarde un buen toro de Villa Carmela. Gilio intentó sobreponerse a los elementos con entrega. Volvió a iniciar de rodillas pero su trasteo no tuvo eco en los tendidos. Tres pinchazos cerraron la tarde. Silencio
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